Comunicado del MST de Pará
Apreciados compañeros y compañeras,
En este año de 2006, a partir de la Jornada de Luchas en el mes de abril, ocasión en que se cumplieron 10 años de la Masacre de Eldorado do Carajás, aumentó la criminalización a nuestra organización, a través de una fuerte alianza entre el gobierno del Estado, el Poder Judicial y el latifundio. Con ese propósito, tuvimos el cumplimiento de órdenes de desalojos a centenas de familias Sin Tierra que vivían en diversas áreas de campamentos y, como si no bastase, acusaciones de varios líderes y el mandato a prisión de dos compañeros del MST, Valdomiro Costa y Alberto da Silva Lima.
El análisis realizado es que este plan orquestado por la elite paraense, fue un intento de inhibir la Jornada de Luchas de nuestra organización, retrasando de esa forma las conquistas esperadas.
Las amenazas de desalojos, las prisiones de nuestros militantes y persecución de otros líderes del MST, provocaron que intensificásemos el frente jurídico, a través de los abogados populares de la CPT (Comisión Pastoral de la Tierra) y del Sector de Derechos Humanos del MST. El seguimiento de ese frente nos señaló que no había interés del Estado y del Poder Judicial de avanzar en la consolidación de la Reforma Agraria (ni siquiera para amenizar los focos de los conflictos sociales), y en la liberación de los presos políticos, que padecían meses en la prisión, bajo condiciones infrahumanas.
Esta certeza de la persecución política y el poco avance en el campo jurídico, hizo que tomásemos la decisión de iniciar nuestra Marcha Estatal en Defensa de la Reforma Agraria, contra la violencia en el campo y, principalmente por la liberación de nuestros presos políticos.
La urgencia de iniciar la marcha se produjo por la necesidad de sacar nuestros compañeros de la prisión que debido al tiempo de encarcelamiento presentan señales de enfermedades. A medida que avanzábamos en las articulaciones, en la divulgación para la sociedad, tuvimos la noticia de que nuestra movilización había alcanzado uno de sus objetivos: el día en que daríamos inicio a la caminada, el Poder Judicial y el Gobierno del Estado, temiendo la capacidad organizativa del PUEBLO SIN TIERRA decretó la liberación de nuestros compañeros presos.
Mientras, mantuvieron los mandatos de desalojos de centenares de familias, que están acampadas en áreas que comprobadamente fueron griladas de la Unión, o responden por crímenes como la práctica de trabajo esclavo.
Por tanto, después de una profunda reflexión, tomamos la decisión de interrumpir el inicio de la Marcha y centrar el esfuerzo redoblado en la organización de las familias acampadas que están preparadas a ser desalojadas, con el sentido de garantizar la resistencia de las mismas.
Son cerca de 1.500 familias del MST que están preparadas para ser desalojadas por el Comando de la Policía Militar del Estado.
Previniendo que el desalojo sea inevitable, y que las familias acampadas no tengan adonde ir, precisaremos garantizar infraestructura como transporte, lonas, combustible, alimentación, entre otras, para llevar a todas esas familias (1.500) al centro de decisión política de la reforma agraria en esta región y, así, montar un CAMPAMENTO PROVISIONAL.
En esta ocasión, pretendemos hacer del Campamento un espacio de negociación, diálogo/denuncia y formación. Sí; negociación con los órganos responsables por la implementación de la Reforma Agraria en nuestro país; diálogo y denuncia para la sociedad en general que por el silencio internacional de la prensa, desconocen lo que los pobres del campo sufren; y por fin, la formación de nuestras familias acampadas, a través del estudio, de la mística y de la organicidad.
Convencidos de que podemos contar con la comprensión de este equipo, nos despedimos,
Coordenação Estadual do MST PA
Marabá, 10 de agosto de 2006
*Traducción: Comitè de Suport al MST de Barcelona (María)
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